la noche

"El tiempo no ha curado aún,

la huella que ha dejado nuestro error;

y ¿quién permitió, que el orgullo creciera,

nublando los destellos de razón?"

Con esos rayos que destellaban y su estruendo que llegaba 5 segundos después... sí con esos, deseé con todas mis fuerzas que alguno fuese tan fuerte que partiera la tierra y se tragara todo; en especial el espacio que yo ocupaba.

Me sigo convirtiendo junto contigo en alguien a quién no reconozco, ambos buscamos cosas que no sabemos si encontraremos, tu buscas afuera y en múltiples caras lo que ya tienes contigo; yo necia, sigo búscando en los cajones ese cuchillo que sé que sólo va a partirme más el alma, ese que no puede hacer más que lastimarme, ese cuyo dueño eres tú.

Estoy cansada, cansada de fingir y sonreír y hacerte creer que las cosas no tienen importancia, de esperar a que por fin digas: "pues ya total" o algo parecido y te sientas FELIZ y a gusto con todo esto... si no te ha quedado claro no sólo me fallé yo al faltar a lo que te había prometido y abrir de nuevo esa caja de pandora, también me fallaste tú, en inumerables maneras, en; si existe la palabra in-peorables (creo que no existe) formas de hacerme sentir menos importante que cualquier otra cosa...

Esa noche nos fallamos mutuamente, nos faltaron las excusas, y me sentí tan mierda que sólo deseé que nos tragara la tierra...

(La noche, Presuntos implicados con Teo Cardala, Selección Natural, WEA, 2003)